Después de mucho pensarlo por fin te has decidido. Estás dispuesta a gastar una pequeña parte de tu presupuesto mensual en la compra del kit básico de cuidados faciales compuesto de gel limpiador, tónico y crema hidratante. Comienzas con ganas a la espera de resultados.Sin embargo, a medida que pasan las semanas todo sigue en el mismo estado. La piel continúa con un tono cetrino, las manchas se han instalado en tu rostro y las ojeras ni siquiera se difuminan. Al final decides dejar el tratamiento lamentándote por el dinero que has gastado sin tener efectos visibles. Error. Antes de abandonar tu rutina de cuidados deberías pensar si has cometido algún fallo. Estos son los errores más habituales en la aplicación de un tratamiento facial.
1.Saltarse la limpieza.
La limpieza es el primer paso para tener una piel increíble. Tanto si te maquillas como si no, la piel debe quedar libre de residuos cada noche. A lo largo del día nuestra dermis acumula demasiada suciedad. Además los factores externos como el frío, el aire acondicionado, la calefacción, la contaminación y el tabaco pasan factura a la textura de la piel.
Nuestra primera recomendación por lo tanto es limpiar la piel con un limpiador adaptado a las necesidades específicas que tenga la dermis. Por ejemplo, si tienes la piel grasa escoge lociones en gel formuladas con aceite de árbol de té y arcilla para absorver el exceso de sebo. En cambio si tu piel es sensible o seca deberías optar por limpiadores en mousse y emulsiones en aceite hechas con extracto de flor de algodón, camomila o rosa mosqueta con propiedades calmantes.

2. Aplicar crema en exceso.
Es un error muy común no solo entre las iniciadas en la materia sino entre las más expertas. La cantidad exacta de crema que necesita nuestra piel viene determinada en el propio envase. Sin embargo, existe una falsa corriente de pensamiento que afirma que cuánta más crema nos pongamos mejor. Un exceso de crema solo genera obstrucción de poros y brillos por doquier.
3. Escoger un tratamiento en función a las opiniones de terceros.
Todos utilizados portales como Trip Advisor e incluso Google My Business para leer reseñas, opiniones y comentarios sobre productos o experiencias pero en la elección de una crema este tipo de páginas son poco efectivas. Escoger una crema es algo muy personal porque dependerá de las necesidades específicas que presente la piel. Escucha las opiniones de otros pero no dejes que te influyan hasta el punto de comprar un producto.
4. Protección solar.
Proteger la piel del sol durante todo el año (y no solo en verano) es una de las claves para luchar contra la aparición de melanomas en la dermis, además de importantísimo para tener una piel de porcelana. España es uno de los países con mayor cantidad de horas de sol. Es cierto que el astro rey es imprescindible para nuestra salud ya que es una de las fuentes de vitamina D más importantes que existen. Sin embargo, debes protegerte de los rayos UVA y UVB presentes en la radiación y que tanto daño provocan en la piel a medio-largo plazo.

5. Invertir en el futuro…de tu piel.
La piel es un órgano vivo. Evoluciona, cambia y se transforma en paralelo a nuestra vida. Con 20 años las necesidades de la piel son muy concretas (corregir granos o marcas de acné juvenil), con 30 aparecen las primeras arrugas de expresión, a los 40 años las arrugas son más profundas y a los 50 la piel pierde firmeza. La rutina de cuidados faciales debe adaptarse en la medida de lo posible a cada uno de esos momentos para darle a nuestra piel justo lo que demanda previniendo futuras arrugas o marcas del paso del tiempo. En caso de dudas, consúltanos y encontraremos un tratamiento 100% personalizado a tu piel.
6. Falta de constancia.
Grábate a fuego esta máxima: no existen cremas milagrosas, aunque si pueden ayudarte a mejorar algunos signos de la edad. La alquimia perfecta tiene mucho de alimentación saludable, práctica continuada de actividad física, complementos nutri-cosméticos formulados con colágeno y vitamina C, constancia en la aplicación de cremas y realización de tratamientos de medicina estética. Echa un vistazo a nuestros tratamientos faciales y corporales perfectos para lucir una piel radiante.
La falta de constancia en la aplicación de cremas es el enemigo número uno de cualquier formulación cosmética, sin importar la marca o los activos usados en el laboratorio. La crema ha de aplicarse dos veces al día: por la mañana y por la noche. En caso de tener que escoger solo un momento del día, recomendamos hacerlo por la noche porque mientras descansamos nuestra piel se regenera mostrándose reactiva a los tratamientos de belleza.
Y tú, ¿Te reconoces en alguno de estos errores? ¿Abandonas los tratamientos de belleza porque te cansas fácilmente? ¿No tienes constancia? En Vitestetic ponemos a tu disposición una amplia gama de tratamientos con los que lograrás tener la piel que siempre has soñado. ¡Te esperamos!