¿Cómo pueden tratarse las arrugas de expresión?

¿Cómo pueden tratarse las arrugas de expresión?

El Botox o toxina botulinica tipo A es uno de los tratamientos más conocidos, aunque no de los que goza de mejor prensa debido a los excesos que todos hemos observado en los rostros de muchas famosas. Sin embargo, realizado en su justa medida y respetando el principio de “menos es más” los resultados son naturales y espectaculares, de forma que la gente que lo prueba suele repetir.

¿Qué es la toxina botulínica (Botox)?

Es una proteína purificada que aplicada directamente sobre el músculo produce su relajación durante 4-6 meses aproximadamente.

La toxina botulínica rejuvenece nuestro aspecto y suaviza con naturalidad los rasgos de expresión y las arrugas faciales. Además atenúa claramente los efectos del cansancio en nuestra piel, de manera que esta mejoría se mantenga en el tiempo frenando el proceso de envejecimiento.

Aplicamos el tratamiento para corregir y eliminar las arrugas del tercio superior de la cara; es decir, el entrecejo, las patas de gallo que se forman alrededor de los ojos y las marcas transversales de la frente, consiguiendo un aspecto mucho más relajado.
Es imprescindible que el tratamiento con toxina botulínica sea absolutamente personalizado para obtener el éxito deseado. El diagnóstico previo y la prevención nos ayudarán a obtener los mejores resultados.

¿Cuánto tiempo duran los efectos?

Los efectos rejuvenecedores del Botox son claramente visibles durante más de medio año y hasta ocho meses desde su aplicación. Al cabo de este tiempo, el tratamiento puede repetirse. El resultado es cada vez mejor, y la prevención del envejecimiento resulta más efectiva, puesto que las arrugas no llegan a pronunciarse.

¿A qué edad puede empezarse el tratamiento?

Es recomendable empezar los tratamientos alrededor de los 30 años o cuando las arrugas de expresión empiezan a aparecer; si bien esta técnica puede empezar a aplicarse también en edades posteriores o inferiores,  ya que nos garantiza una gran mejora. Nunca es tarde para rejuvenecer nuestro aspecto.

 

¿Es complicado el tratamiento con toxina botulínica?

El tratamiento de la toxina botulínica resulta de muy fácil aplicación y no precisa ningún tipo de anestesia. El tratamiento dura apenas unos 20 minutos, es totalmente indoloro, gracias al ínfimo calibre de las agujas empleadas, y el efecto comienza a verse a los entre 3 y 5 días de la sesión, obteniendo el efecto completo a los 15 días, momento en el cual se realiza una sesión de revisión por si fuera preciso algún retoque.

Las personas tratadas con Botox pueden reincorporarse inmediatamente a sus actividades.

Los efectos secundarios y las contraindicaciones son mínimas si los tratamientos los lleva a cabo personal médico cualificado y con amplios conocimientos de anatomía. Esta experiencia es indispensable para garantizar el éxito del tratamiento y minimizar sus riesgos. En cualquier caso, manos expertas, una correcta entrevista clínica y una adecuada información y consenso de los resultados esperados son la garantía de un tratamiento efectivo y satisfactorio sin sorpresas desagradables.

La satisfacción de los pacientes es muy grande, valorando muy positivamente la relativa sencillez de la técnica en relación a los buenos resultados obtenidos.

¿Puede combinarse el tratamiento de la toxina botulínica con otras técnicas de rejuvenecimiento?

El Botox puede utilizarse como tratamiento único, o bien combinado con  otras técnicas quirúrgicas -como la blefaroplastia o el lifting facial- o no quirúrgicas, como rellenos, láser o peelings cutáneos.
Para obtener los mejores resultados, es importante que el tratamiento se lleve a cabo de forma preventiva y empiece a aplicarse antes de que el envejecimiento sea muy acusado y llegue a provocar flacidez. De ahí la importancia de un diagnóstico precoz.

¿Desde cuando se utiliza la toxina botulínica en medicina?

El estudio de la anatomía de la musculatura facial y la utilización en tratamientos de parálisis facial han dado lugar a la aparición de nuevas indicaciones para la toxina botulínica dentro del ámbito de la medicina estética.

Y es que hace ya más de 30 años que la toxina botulínica se usa en terapéutica médica; más de 20, que empezó a utilizarse en estética, y más de 10 años desde que se autorizó su uso para fines estéticos en nuestro país.

Durante todo este tiempo, la aplicación del Botox se ha convertido en el tratamiento de medicina estética que más se lleva a cabo en todo el mundo.

Actualmente la mejor arma de prevención del envejecimiento facial la tenemos en una buena combinación de tratamientos con toxina botulínica y rellenos de Acido Hialurónico.

 

 

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